12 actividades divertidas de ahorro y presupuesto para estudiantes de secundaria
Enseñe a los adolescentes salud financiera ahora para que puedan tener un futuro próspero.
Presentado por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor
La educación financiera y los buenos hábitos son esenciales para los jóvenes en el camino hacia el bienestar financiero adulto. ¡Vea cómo el CFPB puede ayudar a la educación financiera K-12 en su salón de clases!
Uno de los mayores desafíos en la enseñanza de estudiantes de secundaria es elegir cómo equilibrar la enseñanza de habilidades prácticas para la vida y el conocimiento académico. Incluso los estudiantes con mejor desempeño tienen dificultades con las tareas básicas de alfabetización financiera, como la elaboración de presupuestos y el ahorro. Si los estudiantes no aprenden estas habilidades, corren el riesgo de tomar decisiones financieras desinformadas más adelante que podrían afectarlos por el resto de sus vidas. Los estudiantes de secundaria están listos para desarrollar el funcionamiento ejecutivo, los hábitos financieros y las habilidades de toma de decisiones a largo plazo necesarias para obtener seguridad financiera. Pero, ¿por dónde empiezan los profesores?
Encontrar formas de conectar la educación financiera con lo que es importante para los estudiantes es clave. La jubilación puede estar muy lejos para los estudiantes, pero entienden la libertad del automóvil. Pero, ¿entienden la responsabilidad financiera que conlleva? Puede ayudar a sus estudiantes a determinar qué es importante para ellos y cómo usar la tecnología, las lecciones en el aula y las discusiones grupales para establecer metas financieras para lograrlo.
Pruebe estas 12 actividades divertidas de ahorro y elaboración de presupuestos para enseñar educación financiera en su salón de clases de la escuela secundaria:
1. Haz un plan de compra.
Pida a los estudiantes que enumeren hasta 10 artículos que les gustaría comprar. Los precios de estos artículos pueden variar, pero se anima a los estudiantes a imaginarse tan grandes como quieran. Luego, haga que los estudiantes trabajen en grupos y averigüen qué tienen en común los proyectos elegidos y en qué se diferencian esos proyectos. A partir de este ejercicio, pida a los alumnos que expliquen por qué eligieron estos elementos y que respondan algunas otras preguntas orientadoras. ¿Qué valores personales representan estos artículos? ¿Cómo les ayudarán estos proyectos a lograr sus objetivos? ¿Estos artículos los harán felices? Luego, pídales a los estudiantes que hagan planes de compra para algunos de los artículos que quieren comprar durante el próximo año. Ayúdalos a decidir cómo harán sus compras en función de si tienen trabajo, reciben una mesada o tienen una cuenta de ahorros, y ayúdalos a ajustar cada plan a su situación.
2. Camine en los zapatos de otra persona durante una semana.
Pida a los estudiantes que calculen cuánto creen que gasta una persona promedio en una semana. Entonces, ¡prepárate para investigar un poco! Agrupe a los estudiantes y asígnelos a diferentes situaciones: solteros, casados, hijos, préstamos estudiantiles, pagos de automóviles, etc. Usando datos de fuentes y artículos de noticias, haga que los estudiantes creen y administren presupuestos usando esta hoja de trabajo. ¿Tienen suficiente dinero para cubrir sus obligaciones y apegarse a su presupuesto? Los estudiantes pueden calcular todos los gastos que una persona en particular pueda tener en un día determinado (incluidos los gastos pequeños fáciles de olvidar). Al final de la semana, los estudiantes pueden comparar los costos de su grupo con sus pronósticos. ¡Esta actividad enseña empatía y sabiduría financiera!
3. Estar familiarizado con la Ley de Murphy.
No es ningún secreto que las cosas pueden salir mal. Ayude a los estudiantes a entender y prepararse para ello. Pida a los estudiantes que se dividan en grupos para discutir eventos inesperados que han visto enfrentar a sus familias y compartir cuánto creen que se necesitará para resolver estas emergencias. Luego, ayude a los estudiantes a diseñar un «botiquín de primeros auxilios» de ahorro.
4. Haz que inviertan en hacer crecer su dinero.
Dígales a los estudiantes que comenzarán a depositar en cuentas de capitalización. Los estudiantes seleccionan tarjetas para determinar el interés compuesto en sus cuentas. Al principio, la idea puede parecer básica: las personas con tarjetas de crédito con tasas de interés más altas pueden ganar más con el tiempo. Pero active las habilidades de pensamiento crítico de los estudiantes pidiéndoles que predigan cómo sus ahorros se diferenciarán de los de sus compañeros. Ejecute los experimentos durante un período de una semana, con cada día escolar sirviendo como 5-10 años. Enseñe a los estudiantes cómo usar una calculadora de interés compuesto para predecir y calcular el rendimiento de los ahorros y observe cómo el interés aumenta exponencialmente con el tiempo.
5. Brinde a los estudiantes una verificación de la realidad del presupuesto.
¿Qué tipo de estilo de vida quieren sus estudiantes? Pueden usar esta herramienta de verificación de la realidad para explorar opciones y expectativas (qué tipo de ingresos necesitan). ¿Cómo afecta esto a sus planes de carrera? ¿Qué tipo de salario necesitan? Prepárese: ¡futuras discusiones inspiradoras!
6. Enséñele a comprar comestibles ya preparar comidas.
¡Desafía a tus estudiantes a preparar comidas con un presupuesto! Pida a los miembros de la familia que firmen formularios de permiso y envíen dinero para un viaje real a la tienda de comestibles, o use un servicio en línea para hacer una lista de compras hipotética. Ayude a los estudiantes a presupuestar y preparar sus propios almuerzos para toda la semana. Los fines de semana, los estudiantes evalúan cómo gastan su dinero: ¿tienen suficiente comida o demasiada? ¿Los alimentos que compran son nutritivos? Este juego ayuda a los estudiantes a comprender cómo los hábitos financieros respaldan la salud y consideran el vínculo entre el acceso a los alimentos y la salud financiera.
7. Ayúdelos a comprender cómo están cambiando las necesidades y los deseos.
Una presentación de diapositivas de fotos puede mostrar cómo la forma de vida humana ha cambiado con el tiempo. Por ejemplo, en el pasado, los teléfonos inteligentes no se consideraban una necesidad. Pida a los estudiantes que predigan necesidades futuras, luego presénteles artefactos históricos y contemporáneos para categorizar montones de necesidades o deseos. Reflexionar sobre las necesidades y los deseos es una forma importante de mejorar el funcionamiento ejecutivo de los estudiantes y ayudarlos a desarrollar sus fortalezas metacognitivas, considerando sus pensamientos, hábitos y elecciones.
8. Muéstrales que el ahorro debe ser una prioridad.
La práctica de los estudiantes es importante págate a ti mismo primeroPara esta actividad, a cada estudiante se le asigna aleatoriamente una cuenta de ahorros ficticia y una cantidad que depositará en la cuenta de cada «cheque de pago». Pídales que investiguen y comparen sus situaciones. Luego, enséñeles a calcular cuánto dinero ahorran cada año. Deje que cada día escolar represente un año, y después de seis semanas trace las cuentas de ahorro como una clase para ver cuánto gana cada persona pagando primero. Luego, enseñe a los estudiantes cómo calcular sus ahorros totales como una cantidad mensual y compare su presupuesto de ahorro mensual con su presupuesto mensual.
9. Haga que los conceptos de presupuesto sean divertidos con juegos interactivos.
Este juego de presupuesto de pelota que rebota está diseñado para que los estudiantes piensen en decisiones de gastos anteriores y cómo pensar en hábitos de gasto de nuevas maneras. Mientras lanzan la pelota de pelota en pelota y responden preguntas sobre hábitos de dinero, escucharán activamente, participarán en el trabajo en equipo y pensarán críticamente, ¡todo mientras se divierten!
10. Involucrar a los estudiantes en juegos de azar.
Los Estándares Nacionales de Educación Financiera recomiendan que todos los adolescentes sopesen el costo de la educación frente a los ingresos que esperan obtener de su carrera. Pida a los estudiantes que visualicen sus vidas futuras y escriban: 1) las carreras que les interesan (incluidos los padres que se quedan en casa); 2) la cantidad de hijos que creen que quieren; 3) dónde quieren vivir. Luego, haga que los estudiantes creen un mapa financiero futuro que incluya sus planes educativos y un presupuesto familiar basado en su salario futuro. ¡Haz que sea divertido usando fotos, revistas y materiales de arte para crear tableros de visión y sus mapas de dinero!
11. Introducir el concepto de riesgo.
Al igual que la tortuga y la liebre, existen diferentes enfoques para el ahorro a largo plazo. Asigne aleatoriamente a los estudiantes una estrategia de inversión de alto o bajo riesgo. Luego, pídales que calculen los ahorros en grupos de 5, 10, 20, 30 y 40 años. Finalmente, pídales que piensen qué estrategia es la más apropiada en función de sus objetivos y etapa de la vida.
12. Desarrolla el poder de las creencias positivas.
La inspiración es muy útil: lea artículos a los estudiantes, muéstreles videos de YouTube y pídales a los oradores que han cambiado sus finanzas o hecho fortunas a través de buenos hábitos que hablen con su clase. Haz una pregunta: «¿Qué harías con un millón de dólares?» Luego dales tiempo para reflexionar, documentar o crear y compartir un tablero de visión. Lleve a cabo reuniones individuales o en grupos más pequeños con los estudiantes para ayudarlos a desarrollar un plan personalizado.
Con un poco de empatía, tiempo y pensamiento positivo, puede enseñar a sus alumnos cómo establecer hábitos de presupuesto y ahorro que funcionen para ellos.
La educación financiera y los buenos hábitos son esenciales para los jóvenes en el camino hacia el bienestar financiero adulto. ¡Aprenda cómo CFPB puede ayudarlo a enseñar educación financiera K-12 en el salón de clases!
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